El polietileno tereftalato (PET) es un poliéster aromático, que forma parte del grupo de los termoplásticos. De allí que posea propiedades que hacen que su uso se extienda a diversas industrias, que van desde bebidas carbonatadas embotelladas, hasta la fabricación de textiles.
El PET es un plástico de fácil transporte, almacenamiento y limpieza, por lo que dentro de la industria alimentaria se adapta a los estilos de vida activos y a las nuevas corrientes de renovación y alimentación. Su uso se expande cada vez más gracias al bajo costo y alto rendimiento que brinda al consumidor.
¿Cómo se obtiene el polietileno tereftalato?
Industrialmente, se produce a partir de dos intermediarios distintos, el ácido tereftálico (TPA) y el dimetiltereftalato (DMT), derivados del refinamiento y reformación del petróleo. Estos mediadores químicos, a través de procesos de cristalización y polimerización dan lugar al polietileno tereftalato.
Una vez formado, a través de métodos de extrucción, inyección, inyección-soplado y termoformado puede transformarse según el tipo de uso al que desee emplearse.
Características del polietileno tereftalato
El polietileno tereftalato es un polímero termoplástico lineal, con alto grado de transparencia y dureza, lo que hace que no sólo sea resistente a sustancias químicas y altas temperaturas, sino también al impacto, roturas, corrosión e incluso el fuego.
Gracias a su biorientación, permite obtener propiedades mecánicas y de barrera, que brindan una optimización de espesores.
A su vez, es importante destacar su contribución al medio ambiente, ya que este tipo de plástico no produce humo tóxico o sustancias químicas que puedan contaminar los vertederos.
¿Es reciclable o no?
El PET puede ser reciclado. De hecho, es el plástico más reciclado del mundo. Este proceso ocurre en mayor medida a través de un método mecánico. Por medio de este mecanismo, ocurren procesos de selección, limpieza y procesamiento, que no involucran una transformación en su estructura química.
A través del reciclado del polietileno tereftalato, se produce PET reciclado (RPET). Este último, si bien no puede esterilizarse para nuevamente ser parte de la industria alimentaria, su procesamiento a través de distintos mecanismos puede dar lugar a fibras para relleno de cojines, alfombras, cuerdas y almohadas.
¿En qué contenedor se debería de tirar?
Al ser un tipo de plástico, el PET debe depositarse en los contenedores de color amarillo, junto con las latas y tetrabriks. Esto es de gran importancia, ya que el adecuado acopio de los materiales, sin duda facilita el proceso de recolección y selección para el reciclaje de los mismos, así como su posterior reutilización.
¿Cómo se recicla el polietileno tereftalato?
El reciclaje del PET da lugar al RPET. Este proceso puede realizarse a través de mecanismos químicos y mecánicos, siendo este último el más utilizado.
El reciclado químico se realiza a través de un mecanismo de despolimerización, utilizando agentes químicos en procesos complejos (glicólisis, metanólisis, hidrólisis, saponificación y pirólisis), que serán determinados según el tipo de material a tratar y la necesidad de productos intermedios.
El reciclado mecánico requiere un procesamiento bastante más sencillo, a través del cual se obtienen escamas limpias, que pueden ser utilizadas directamente o mezcladas con el polímero virgen, para la obtención de diversos productos finales.
Esperamos os haya gustado este post y hayáis podido aprender mucho sobre el polietileno tereftalato. Si queréis aprender más sobre otros tipos de plásticos, visitar nuestra sección de Tipos de plástico.